El virus H7N9 adquiere fácilmente resistencias a los antivirales. Así confirma un estudio publicado en The Lancet con 14 casos. En ellos, tres presentaron mutaciones que hacían el virus inmune a los medicamentos habituales (el zanamivir y el oseltamivir). De ellos, dos fallecieron.
La noticia sería alarmante si no se combinara con otra: sin saber muy bien cómo ni por qué, el virus parece haber desaparecido. Tras causar la alarma hace tres meses, el último caso registrado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La combinación de noticias es una muestra de lo importante que resulta la vigilancia de estos brotes de patógenos novedosos. Y lo delicado que es el asunto de manejar. La OMS lo tiene claro: dar toda la información disponible y acelerar las investigaciones. En este momento, van 131 casos registrados (se supone que solo los más graves de los miles de infectados que probablemente haya habido) con 36 fallecidos. Esto arroja una letalidad del 27,5%, muy alta para lo que es un virus de la gripe.
En el estudio, los investigadores chinos, que han asumido el liderazgo de los trabajos sobre un virus que no ha salido de sus fronteras (solo ha habido un caso en Taiwán, pero enfermó en China), estudiaron 14 personas ingresadas. Todos habían desarrollado una neumonía y la mitad necesitaba ventilación asistida. Al grupo le tomaron muestras del sistema respiratorio, desde las vías superiores hasta las inferiores. Y en tres casos, los más graves, encontraron una mutación ya conocida que confiere resistencia a los antivirales. Se cree que al menos uno de ellos había adquirido la resistencia tras ser tratado.
Esta facilidad para mutar es potencialmente muy peligrosa. Como normalmente los virus de la gripe causan enfermedades leves, no hay casi medicamentos específicos, y al desarrollar resistencias a los dos existentes los pacientes quedaban inermes. El resultado fue que dos murieron.
Este rasgo, junto a la facilidad del patógeno para transmitirse en hurones (el modelo que se usa para predecir lo que podía pasar en humanos) hubiera sido muy alarmante si no se viera compensado por la otra información: las autoridades chinas solo han identificado dos casos recientes, frente a las 87 anteriores. Parece que el patógeno está en franco retroceso. No hay una explicación clara para ello, pero no deja de ser, si se confirma, un alivio.
FUENTE: El País Digital
La noticia sería alarmante si no se combinara con otra: sin saber muy bien cómo ni por qué, el virus parece haber desaparecido. Tras causar la alarma hace tres meses, el último caso registrado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La combinación de noticias es una muestra de lo importante que resulta la vigilancia de estos brotes de patógenos novedosos. Y lo delicado que es el asunto de manejar. La OMS lo tiene claro: dar toda la información disponible y acelerar las investigaciones. En este momento, van 131 casos registrados (se supone que solo los más graves de los miles de infectados que probablemente haya habido) con 36 fallecidos. Esto arroja una letalidad del 27,5%, muy alta para lo que es un virus de la gripe.
En el estudio, los investigadores chinos, que han asumido el liderazgo de los trabajos sobre un virus que no ha salido de sus fronteras (solo ha habido un caso en Taiwán, pero enfermó en China), estudiaron 14 personas ingresadas. Todos habían desarrollado una neumonía y la mitad necesitaba ventilación asistida. Al grupo le tomaron muestras del sistema respiratorio, desde las vías superiores hasta las inferiores. Y en tres casos, los más graves, encontraron una mutación ya conocida que confiere resistencia a los antivirales. Se cree que al menos uno de ellos había adquirido la resistencia tras ser tratado.
Esta facilidad para mutar es potencialmente muy peligrosa. Como normalmente los virus de la gripe causan enfermedades leves, no hay casi medicamentos específicos, y al desarrollar resistencias a los dos existentes los pacientes quedaban inermes. El resultado fue que dos murieron.
Este rasgo, junto a la facilidad del patógeno para transmitirse en hurones (el modelo que se usa para predecir lo que podía pasar en humanos) hubiera sido muy alarmante si no se viera compensado por la otra información: las autoridades chinas solo han identificado dos casos recientes, frente a las 87 anteriores. Parece que el patógeno está en franco retroceso. No hay una explicación clara para ello, pero no deja de ser, si se confirma, un alivio.
FUENTE: El País Digital
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