7/5/13

Un componente de la leche materna, clave en prematuros


Un ingrediente que se encuentra en la leche materna podría ser utilizado para evitar que los bebés prematuros desarrollen una enfermedad intestinal mortal que puede ser incurable, según una investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, en Pensilvania (EE.UU.) publicada en PNAS.

"La historia comienza con un bebé que nace antes de tiempo, es decir, antes de las 36 semanas de gestación", señala el autor principal, David Hackam. "Una vez estable, normalmente el bebé se alimenta con leche de fórmula porque a menudo la leche materna no está disponible para los bebés prematuros". Según Hackam, a los diez días del nacimiento, el bebé comienza a vomitar y unas horas más tarde, el vientre se distiende y está descolorido, por lo que se hace evidente que el niño ha desarrollado un gran problema en su estómago y una radiografía suele confirmar el diagnóstico de enterocolitis necrotizante, o NEC, en el que el tejido intestinal se está muriendo. "No tenemos otra opción que eliminar las partes muertas del intestino, pero a pesar de la cirugía, la mitad de estos bebés prematuros muere de la enfermedad", lamenta.

BACTERIAS COLONIZADORAS

Hackam y su equipo observaron que la enfermedad se produce cuando los intestinos comienzan siendo colonizados por bacterias, un proceso que normalmente ocurre después del nacimiento. Se centraron en los receptores tipo toll 4 (TLR4), una proteína inmune que está involucrada en el reconocimiento de los microbios y que se descubrió recientemente que juega un papel en el desarrollo intestinal. En el trabajo actual, encontraron que TLR4 está presente en cantidades más altas en el revestimiento de los vasos sanguíneo en los bebés prematuros que en los bebés nacidos a término. 

El estudio muestra que a diferencia de los ratones normales, los criados a falta de TLR4 en sus vasos sanguíneos no desarrollaron la enfermedad en un modelo diseñado para inducir la condición. Los resultados indican que las bacterias en la sangre activan TLR4 que conduce a una reducción en óxido nítrico, que a su vez estrecha los vasos sanguíneos y disminuye el flujo sanguíneo. 

"Esta vía puede ser peligrosa cuando el intestino inmaduro del bebé prematuro se inflama por la exposición a las bacterias normalmente presentes en el intestino. Abundante TLR4 desencadena el apagado del suministro de sangre al intestino, lo que lleva a la muerte del tejido o necrosis", agrega. 

MAYOR SUPERVIVENCIA

Los bebés prematuros que se criaron con lactancia materna en lugar de leche de fórmula tienen más probabilidades de sobrevivir, añade Marcos Gladwin, por lo que el equipo echó un vistazo más de cerca a los componentes de la leche materna. Estos expertos encontraron que la leche materna contiene altos niveles de nitrato de sodio, que se convierte en nitrito por las bacterias intestinales. El nitrito puede ser convertido directamente en el óxido nítrico vasodilatador, que puede tanto proteger el revestimiento intestinal como mejorar el flujo sanguíneo. 

"El nitrito adicional parece superar los efectos de la activación de TLR4 y corrige el problema de flujo de sangre -señala Gladwin-. Cuando dimos fórmula suplementada con nitrato de sodio y nitrito analógico a los ratones prematuros vimos mejorar el flujo sanguíneo en el intestino y la enfermedad no se desarrolló".

Hackam y Gladwin están probando el compuesto, que está aprobado por la Agencia de EE.UU. del Medicamento (FDA) para otros usos, en otros modelos de esta patología con la esperanza de que podría añadirse habitualmente a alimentados con fórmula para los bebés prematuros con el fin de prevenirla. 

FUENTE: ABC Periódico Electrónico S.A.

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